Tras varios días de intensas lluvias, a las 9:39p.m. del 1 de octubre de 2015, un cerro se desplomó sobre la aldea de el Cambray II, a las afueras de Ciudad de Guatemala, sepultando más de un centenar de hogares. La mayoría de víctimas conciliaba ya el sueño cuando fueron sorprendidos por el alud
De inmediato iniciaron las labores de rescate. Vecinos equipados con herramientas de mano empezaron a ubicar las casas y a excavar para buscar sobrevivientes. Los equipos de socorro se personaron a los pocos minutos después para apoyar durante toda la madrugada. Con la ayuda de excavadoras y tractores se agilizaron las tareas de rescate.
Durante las primeras horas de rescate del día 2 los bomberos establecieron diferentes protocolos para dar con las personas soterradas. "Somos las brigadas de rescate, si alguien nos oye que haga ruido" repetían los rescatistas cada vez que localizaban una casa soterrada. Algunos de los sobrevivientes todavía recibían mensajes de texto de sus familiares soterrados
Las cifras oficiales son de 280 fallecidos y 70 desaparecidos, ocho de ellos no superaban el año de edad.
En esta imagen, tomada el último día de búsqueda de víctimas por parte de los cuerpos de socorro, una fotografía de una niña descansa sobre el lodo ya solidificado junto a otros papeles. Días después el lugar sería declarado camposanto.
Las primeras ayudas para los damnificados empezaron a almacenarse en el salón comunitario de Santa Catarina Pinula, el apoyo consistía principalmente en víveres y productos esenciales. Se adaptaron 10 centros de acopio cercanos al lugar de la tragedia.
A medida que los equipos de rescate iban recuperando cadáveres de la zona del alud, el cementerio de Santa Catarina Pinula se iba llenando cada vez de más gente. En la imagen, dos niños miran un celular mientras esperan a que lleguen los féretros de una familia completa.
Decenas de féretros empezaron a acumularse en el salón comunal de Santa Catarina Pinula a medida que se iban contabilizando el número de fallecidos.
Durante el funeral de Byron Sandoval, quién falleció en el deslave, varios de sus compañeros de la banda escolar marchan como homenaje mientras dirigen su féretro hacia el cementerio de Santa Catarina Pinula.
Las escenas que se presentaban en el cementerio de Santa Catarina Pinula se repetían constantemente, familiares y vecinos consolaban a los sobrevivientes que estaban enterrando a sus seres queridos
Era tal la cantidad de víctimas y de gente acompañando en los funerales que en la llegada al cementerio se debía esperar a que acabase un funeral para empezar el siguiente.
Meses después de la tragedia empezaron las tareas de construcción de viviendas para los damnificados de El Cambray II, miembros del ejército empezaron a deforestar un terreno en proceso de extinción de dominio en San José Pinula, a 25 kilómetros de la ciudad. En el proyecto, conocido como "Mi Querida Familia" se contempló la construcción de 150 viviendas. El presidente Maldonado aseguró en 2015 que iban a pasar "su navidad bajo un techo"
Aunque hubo una entrega de llaves simbólica para esa fecha, a principios del año 2017 las viviendas seguían en proceso de construcción, y los damnificados, ya expulsados de los albergues, tuvieron que verse obligados a pagar alquileres para tener donde poder vivir mientras esperaban a la construcción final de "Mi Querida Familia"
El 22 de diciembre de 2017 finalmente las familias pudieron instalarse en el vecindario de "Mi Querida Familia", bajo el gobierno de Jimmy Morales. En esta imagen tomada en febrero de 2019, casi 4 años después de la tragedia, se observan varias familias disfrutando las calles de su nuevo hogar.
Si una tragedia podía resultar dolorosa con tantos fallecidos, nadie podía imaginar que la dificultad de la situación se iba a volver todavía más cuesta arriba para los supervivientes dado lo tedioso de todo el proceso de reubicación y construcción de su nuevo hogar, bajo la responsabilidad del Estado